jueves, noviembre 23, 2006

Churras con merinas

Que la capacidad intelectual de nuestros dirigentes no está en consonancia con el cargo que ostentan no es ninguna novedad, pero por lo menos podrían evitar expresar en público los cuatro conceptos básicos que manejan. Ahora le ha tocado al Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León en Soria: Carlos de la Casa.

Pongámonos en situación. Estadio de Los Pajaritos. Partido Numancia-Alavés. El equipo soriano no consigue dominar el partido y el público está caliente por un fuera de juego señalado al equipo local. Se inicia una discusión en la tribuna entre seguidores de ambos clubs. La cosa se calienta y de repente en el palco de autoridades se escucha como Carlos de la Casa brama iracundo: "Ahora también los árbitros pitan a favor de la ETA".

Debió ser digna de ver la cara que pusieron los dirigentes del Alavés que se encontraban próximos al Delegado de la Junta: "Hemos oído todo tipo de barbaridades, pero eso nunca. Estas actuaciones sobran". Inmediatamente los dirigentes del Numancia se desmarcaron de estas afirmaciones y pidieron disculpas por el bochornoso espectáculo.

El que no se disculpó fue el Delegado de la Junta que marchó del estadio sin ninguna muestra de arrepentimiento. Eso sí, el lunes siguente, supongo que obligado por la presión mediática, manifestó su que el incidente había sido una "chorrada", "una salida fuera de tono".

Decir que un club vasco es ETA y que un arbitro es pro-etarra no es simplemente una "chorrada". Es algo más propio de una grada de aficionados descerebrados que se envalentonan amparados en el anonimato que de un representante público, que debería, como mínimo, callarse según que cosas.

Claro que no se puede esperar mucho de este señor cuando hace un mes, en una recepción oficial al Presidente del Gobierno cuestionó, la presencia en Soria de un presidente "con 192 muertos a su espalda". No hace falta añadir más.
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1 comentario:

Puji dijo...

Las tarjetas del árbitro estaban hechas con ácido bórico, no?